La importancia del microchip para tu Mini Bull

A veces, la realidad golpea sin avisar, y por eso hoy queremos hablarte de una herramienta silenciosa, casi invisible, pero poderosa: el microchip.

Puede que no suene emocionante. Puede que incluso te parezca algo técnico, rutinario o poco relevante. Pero créenos, cuando tienes un compañero tan especial como un Mini Bull, la prevención es tu mejor aliada.

Ese pequeño dispositivo que se implanta bajo la piel es tan discreto que tu Mini Bull ni lo nota. Guarda tu información de contacto y la vincula a él de forma segura. Si alguien lo encuentra y lo lleva a una clínica, podrán escanearlo y contactarte al instante. Es la diferencia entre perderlo para siempre o recuperarlo en cuestión de horas.

Pero no basta con ponerlo. Es fundamental que los datos estén actualizados. Si cambias de teléfono, te mudas o tu Mini Bull cambia de hogar, debes notificarlo en el registro del chip. Un microchip con información desactualizada es como una carta sin dirección.

Y aunque el chip es esencial, no olvides una buena placa en el collar como añadido. A veces, lo más rápido es lo más simple: alguien lo encuentra en la calle y, sin tener que buscar un lector, lee tu número y te llama en el momento.

En Kayana, no solo criamos Mini Bulls con dedicación, sino que desde sus primeros días les incorporamos el microchip como parte de su identidad. Para nosotros es un compromiso con su seguridad, con su bienestar… y contigo.

Si aún no has identificado a tu perro, te animamos a acudir a tu centro veterinario de confianza. Porque una decisión tan pequeña puede marcar toda la diferencia.

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