Vacaciones perrunas

¡¡Y… nos fuimos de vacaciones!!

Lo primero que hay que ver antes de planificar nada, son los posibles abanicos de casas dog friendly que nos facilitan en nuestro país. Un vez dado con el perfil adecuado, analizamos las casuísticas en nuestro caso; por ejemplo las playas perrunas del entorno al que vamos de vacaciones, para que todos en familia, disfrutemos de unas muy buenas y merecidas vacaciones. 

El día llegó y previo a eso, con las pautas de vacunación vigentes y el pasaporte en la mano siempre, nos fuimos a Málaga. Estábamos super emocionados tod@s porque no sé vosotros, pero mis Bulls en cuanto oyen el sonido del motor y el tejemaneje de las maletas, se vuelven loc@s. Saben perfectamente que nos vamos y eso nos hace infinitamente felices.

Además, elegimos una casa a conciencia con piscina y espacio, con jardín cerrado para que las peques puedan correr y jugar a sus anchas y yo, por otro lado, tranquila de ver como disfrutan mientras hago mis quehaceres.

Gracias a las redes sociales, una amiga virtual nos recomendó una playa perruna en Fuengirola. Cuando llegamos no me lo podía creer, era una verdadera y auténtica playa. Al principio he de reconocer que estaba un poco sucia debido a las heces por la diversidad de perros que había, pero me tranquilizó el hecho de que la playa estaba vallada. De esta manera ningún animal podía salir del recinto. Otra cosa que nos encantó fue que había duchas para ellos. Si, oís bien; duchas perrunas. Y sobre todo, y lo mas importante, buen rollo entre todos los dueños.

¡¡Sin duda alguna repetiremos!!

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