Son muchos los que cada día se preguntan con qué edad se entregan los cachorros y siempre digo los mismo; en mi casa, mis normas.
Separar a un Mini Bull Terrier de su madre demasiado pronto nunca es aconsejable. Con ello, conseguimos que se les niegue la presentación y comprensión vital del mundo, proporcionada por la madre y por la manada que nos acompañan, ayudándoles a sentirse ellos seguros, cogiendo confianza y carácter propio.
Nuestra labor consiste en ir adentrándolos poco a poco con la manada, socializando al Mini Bull para que se adapte a las necesidades psicológicas y emocionales. Los cachorros aprenden la comunicación básica a base de estímulos, que se consiguen incorporándoles con el resto de la manda y jugando con sus hermanos (dos lecciones muy simples pero muy imprescindibles). Con ello garantizamos una salud equilibrada y un bienestar.
Desde el simple acto de amamantar, estamos ya socializando a las crías, ayudándoles a comunicarse mediante el canal de la maternidad que lo hace único. Si llora el cachorro, la mama sabrá cómo interactuar. Se llama instinto.
Las madres por norma general, se suelen separar de ellos en el momento en el que el Mini Bull está suficientemente nutrido para sobrevivir, bien al entorno en el que vivimos e indirectamente les mandan siempre mensajes subliminales. Es por eso, que debemos esperar para saber cuándo es el mejor momento para realizar la nueva transacción con sus nuevos propietarios.
Debemos señalar que cuanto mas tiempo esté el Mini Bull con su madre, hermanos y el resto de la manada, mejor será su desarrollo. Es por ello que, desde Kayana Mini Bull, recomendamos separarles alrededor de los dos meses y medio de edad. Si los separamos antes, puede tener problemas como inapetencia, tristeza, mayor riesgo de enfermedades, problemas para dormir y muy mala respuesta del sistema inmunológico.
Por eso marcamos la diferencia¡, seguimos trabajado!