Cuidados básicos para tu Bull Terrier Miniatura: almohadillas

Una de las partes más sensibles de los Mini Bulls son las patas, concretamente las almohadillas.

Las almohadillas de un Mini Bull Terrier sano deben de ser duras, ásperas y al mismo tiempo elásticas, no deben de estar resecas ni agrietadas. Si las almohadillas son gruesas, quiere decir que son fuertes y no hay de que preocuparse por se ven y están sanas. El problema viene cuando se ven secas y agrietadas.

Las almohadillas hacen la función de amortiguar los pasos que da tu Mini Bull. Desde nuestro blog os aconsejamos que se hidraten bien, ya que se suelen resecar, sino se agrietan y luego sufrimos heridas pequeñas que con el paso del tiempo pueden llegar a ocasionar alguna que otra cojera.

Las grietas son muy dolorosas y suceden principalmente en caminatas largas, en las que el perro pasa por asfalto o aceras a las que no está acostumbrado. Otras zonas a evitar, por se demasiado agresivas, son el hielo, la nieve, granizo… o simplemente cuando Lorenzo aprieta mas de lo habitual.

Siempre aconsejamos revisar las patitas de tu peludo amigo después de una caminata para cotejar que, efectivamente estén sanas. Para asegurarnos de que no haya ningún cuerpo extraño clavado tipo espigas, piedrecitas o incluso chicles.

Cuando descubras que las almohadillas están agrietadas y/o secas, nosotros usamos la crema Nivea de toda la vida. La Nivea de la caja azul, que hidrata y regenera todo aquello que pueda estar sensible.

Un tip muy recomendable es ponerles bajo remojo con sal y agua templada durante 5 minutos. Este sencillo gesto les relaja mucho, y como he dicho antes, terminamos con un buen masaje de Nivea para hidratar y reforzar bien las patitas.

Finalmente, no olvides nunca premiar a tu Mini Bull Terrier con alguna golosina o juguete. Con ese gesto conseguirás que lo asocie a un ámbito positivo.

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